El duro plan de ajuste puesto en marcha por el Gobierno para reducir el déficit trajo numerosas novedades fiscales durante este ejercicio, que deberán ser tenidas en cuenta en esta recta final del año para preparar la declaración de la renta del próximo ejercicio.
Los contribuyentes dominan perfectamente las medidas clásicas para evitar pagar demasiado al fisco: aportaciones a planes de pensiones o amortizar hipoteca para beneficiarse de la deducción por adquisición de vivienda. Sin embargo, los cambios que se han producido en la fiscalidad del ahorro hace que no se conozcan todas las medidas para intentar que el IRPF salga a devolver.
Así, para atenuar la subida impositiva en las rentas del ahorro existen algunos mecanismos. En este caso, los fondos de inversión pasarían a ser una de las mejores opciones, como reconoce Victoria Rubio, fiscalista de Citibank, ya que recuerda que estos productos permiten traspasar el dinero más las ganancias de un fondo a otro sin tener que pagar. Es decir, como ocurre con los planes de pensiones, no se pagan impuestos si se utiliza el dinero de un fondo de pensiones para contratar otro, algo que la mayoría de los ahorradores desconoce. En palabras de Rubio, los fondos de inversión son más libres, ya que uno decide cuando se pagan los impuestos, ya que si necesita liquidez, puede vender participaciones sin recurrir al reembolso total.
La fiscalidad de los depósitos también ha sufrido cambios este año y el siguiente. El Gobierno aprobó a principios de año un cambio en la imposición de la renta del ahorro, aplicando una retención del 21% a los depósitos de hasta 6.000 euros y del 25% desde los 6.000,01 euros hasta los 24.000 euros, para pasar al 27% a partir de 24.000 euros para los ejercicios 2012 y 2013, debiendo volver a restablecerse, a partir del 1 de enero de 2014 y salvo que el Gobierno decida prorrogar esa medida, a los tipos del 19 y 21%.
Por lo que una medida sería optar por plazos más largos en las imposiciones a plazo, hasta 24 meses para evitar las subidas de las retenciones al ahorro.
Este año no ha sido muy bueno en términos bursátiles. En este sentido, Rubio destaca que en Citibank están aconsejando a sus clientes a que revisen las carteras para ver qué plusvalías o minusvalías tienen y así tomar las decisiones adecuadas. Pero Rubio no solo hace referencias a las minusvalías sino también a los posibles rendimientos negativos.
Las plusvalías generadas en el primer año por invertir en los mercados financieros, como es el caso de la Bolsa, tributarán a los tipos marginales de la escala aplicable a la base general del IRPF del contribuyente, en principio superiores a los tipos impositivos de la base del ahorro (entre el 21 % y el 27 %), que aplican a los dividendos, intereses y las ganancias patrimoniales generadas en más de un año. Es decir, pueden llegar a tributar hasta el 52% o el 56% en el caso de algunas comunidades autónomas como Cataluña. Esta medida puede suponer una mayor fuente de ingresos para el Estado y una disuasión a la especulación de pequeños inversores a corto plazo.
En ese sentido, Rubio da dos consejos. Por un lado, materializar las plusvalías a corto plazo, para evitar pagar más del 27% o bien esperar un año para que no se grave como las rentas del trabajo. En el caso de minusvalías una buena opción es materializarlas para evitar pagar menos. Además, Citibank recuerda que también se pueden compensar con ganancias durante los próximos cuatro años. En Citi recuerdan además que las ganancias de carácter más especulativo, generadas en menos de doce meses, no podrán compensarse con minusvalías generadas en un plazo superior.
La desinversión en preferentes o deuda subordinada, donde las pérdidas serán definitivas, pueden ser una opción, si bien la fórmula que se baraja para los ahorradores todavía atrapados en estos productos pasa por un canje por acciones.
En todo caso, el contribuyente debe tener en cuenta que la compensación de plusvalías con la generación de minusvalías debe hacerse entre rentas de la misma naturaleza: los rendimientos de capital mobiliario se compensan entre sí pero no sirven para minorar las ganancias patrimoniales.
En cuanto a los dividendos, hay que recordar que no hay que tributar por los 1.500 primeros euros obtenidos por esta vía. Si queremos invertir en renta fija privada, es mejor decantarse por las que realizan pago a descuento ya que el resto tributan con las normas mencionadas.
Fuente: Finanzas.com
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