La caída de la recaudación fiscal en los últimos años ha puesto de manifiesto
la crisis de ingresos que vive el sector público. El Gobierno ha retocado casi
todos los tributos para exprimir la capacidad fiscal del Estado. Muchos de los
cambios han entrado en vigor en los últimos meses —como la subida del IVA de
septiembre o el gravamen sobre el IRPF en enero de 2012—, pero el año que
comienza traerá numerosas novedades tributarias. Los cambios fiscales aprobados
en los últimos meses reportarán al Estado unos 7.221 millones de euros. Muchos
de ellos afectarán a la vivienda.
Pese a que las principales consultoras inmobiliarias auguran un descenso del
precio de los pisos del 30%, los impuestos encarecerán la adquisición de la
vivienda. “En 2013 desaparecen casi todos los beneficios fiscales a la
vivienda”, explica Manuel Andrés Díaz, miembro de la Asociación Española de
Asesores Fiscales (Aedaf). El cambio más relevante es la supresión de la
deducción por adquisición de vivienda habitual en el IRPF a partir del 1 de
enero de 2013. Esta deducción suponía un descuento del 15% de lo pagado por la
compra de una vivienda con un límite de 9.040 euros, lo que suponía un ahorro de
hasta 1.356 euros. La medida no tiene carácter retroactivo y solo afectará a los
que compren a partir de 2013. Supondrá unos 430 millones para las arcas
públicas.
Los que adquieran una vivienda nueva también tendrán que pagar más por el
IVA, que pasa del 4% al 10%. También sube el IVA de las obras de renovación
(pasa del 4% al 10%) y reparación de edificaciones destinadas a viviendas (pasa
del 8% al 21%). La medida elevará los ingresos públicos en 750 millones.
A partir del 1 de enero se elimina la deducción por obras de mejora en los
inmuebles, que hasta ahora era de un 20% sobre una base máxima anual de 6.750
euros y con un tope de 20.000 euros por inmueble. Díaz recuerda que a partir del
31 de diciembre se suprimirá la exención de la mitad de las plusvalías futuras
de las viviendas: los que compraron un piso entre julio y diciembre de 2012
tributarán solo por el 50% de las plusvalías que obtengan cuando vendan el
inmueble en el futuro. También habrá cambios tributarios para las retribuciones
en especie para el caso de las viviendas de los empleados que tributará a partir
de enero hasta el 10% sobre el valor catastral del inmueble.
Una de las circunstancias que compensarán esta subida en el coste de la
vivienda es el bajo nivel del euríbor, que cerrará el año en el 0,55% y
abaratará las hipotecas 1.000 euros al año.
Pero en 2013 habrá otras modificaciones. “Tantos cambios en los impuestos no
son buenos porque crean inseguridad. En los últimos meses ha habido numerosos
cambios fiscales. Estas modificaciones son buenas para la recaudación a corto
plazo, pero para lo demás no es bueno”, apunta Luis del Amo, responsable del
Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF). Así, en el ámbito del impuesto
sobre sociedades, las empresas tendrán limitado en 2013 y 2014 la deducción de
los gastos de amortización del inmovilizado material para las grandes empresas,
hasta el 70% del valor. Quedan excluidas las pymes, que podrán realizar la
amortización habitual. Además, las empresas no podrán deducirse las
indemnizaciones millonarias de los altos ejecutivos.
Del Amo también recuerda que a partir de enero las empresas podrán actualizar
los balances, medida incluida en los Presupuestos de 2013. Este cambio fiscal
pretende adaptar los valores contables a la inflación mediante el pago de un
gravamen del 5% del importe de la actualización.
Los titulares de bienes en el extranjero valorados en más de 50.000 euros
tendrán la obligación de declararlo durante el primer trimestre de 2013. Esta es
una de las novedades que introduce la Ley de Lucha contra el Fraude Fiscal, que
entró en vigor a finales de 2012. Esta obligación será de aplicación para los
cerca de 30.000 millones de euros en capitales aflorados en el extranjero por la
amnistía fiscal realizada por el Gobierno durante este ejercicio. Para ello, el
Gobierno tiene que aprobar un nuevo modelo de información fiscal en las próximas
semanas.
Esta ley también establece que estarán limitados los pagos en efectivo para
cantidades superiores a 2.500 euros. Otra novedad será que, si Hacienda
encuentra contribuyentes con propiedades ocultas en el exterior, considerará que
estos proceden del último ejercicio no prescrito, aunque fueran obtenidos con
anterioridad. En 2013, el Gobierno aprobará el cambio legislativo para poder
publicar la lista de grandes defraudadores como anunció el ministro de
Hacienda.
El Gobierno escondió hasta el final de año una de las decisiones más
polémicas de la legislatura: la no revalorización de las pensiones con el nivel
de precios, como preveían los Presupuestos de 2012. La subida de las pensiones
para 2013 estará entre el 1% y el 2% (para los que tengan pensiones más
bajas).
El primer efecto de la no revalorización será que en enero los pensionistas
no cobrarán la paga compensatoria. Se trata de una paga única que les compensa
por el ascenso del IPC del año anterior (se les abona la diferencia entre la
subida aplicada a principios de año, el 1%, y lo que sube realmente el IPC). Los
pensionistas tampoco percibirán en sus pagos mensuales del próximo año el
aumento de precios de 2012.
Además, la subida anunciada para 2013 se aplicará sobre su salario base de
2011 y no sobre lo que tenían que haber cobrado si se les hubiera actualizado el
IPC. Esto supone una importante pérdida de poder adquisitivo. En el caso de una
pensión media, situada en los 835 euros mensuales, de haber actualizado las
pensiones habrían cobrado 436 euros más.
Fuente: El Pais
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